Wednesday, January 25, 2006

Trono de la Gracia

En la antigüedad, sólo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año en el Lugar Santísimo. Pero cuando el Señor Jesús cumplió su obra de expiación en la cruz, Dios rasgó el velo del templo que impedía entrar en el Lugar Santísimo, y con esto proclamó que el acceso al cielo estaba abierto para el que cree en la obra redentora de Cristo. Desde entonces cada creyente nacido de nuevo, tiene libre entrada a la presencia de Dios y sabe que puede pedir todo lo que necesita, acercándose al “trono de la gracia”. Editado de Devocional Diario "La Buena Semilla" 1166 Perroy

1 comment:

soyChapin said...

todo esto tiene sentido.. lo que no tiene sentido es que con nuestras cabecitas y mentes, proclamamos estar llenos de un espíritu que lo único que parece revelar es cómo levantar diez mil nuevos velos enter nosotros y entre la teología divina, para llenarnos de divisiones y sobre todo, de charlatanería que hace desear mejor buscar un Sumo Sacerdote que nos diga de su voz audible en carne y hueso, qué creer, y cómo obedecer...